En Otro Día de Sol, una madre y su hijo se encuentran en un lugar donde no se suponía que debían estar. Perdidos detrás del ensueño de un carnaval — buscando una manera de regresar a una realidad que nunca se verá tan brillante ahora que han tropezado con este paisaje de ensueño. Un parque de juegos para los jugadores, y... ¿era eso un unicornio jugando a buscar con un dragón? Entre bastidores, todo era posible. Y mientras estaban hipnotizados — inadvertidos en medio del alboroto — los dos se preguntaban en voz alta (sin hacer un sonido) si podrían estar perdidos para siempre...
Madre y su hijo, perdidos pero encontrados, son los observadores por excelencia — al igual que todos nosotros cuando nos quedamos asombrados. Permitiendo que este escenario de carnaval 'entre bastidores' juegue con todos los clásicos — desde el País de las Maravillas hasta Willy Wonka e incluso la tradición medieval de la "Fiesta de los Locos," un festival subversivo que invertía las jerarquías sociales y permitía una breve escapatoria de la rigidez de la vida feudal. Una utopía de una sola noche donde las reglas que gobiernan el 'mundo real' estaban suspendidas.
Entonces, ¿están perdidos? Quizás. Pero a veces, estar perdido es el primer paso para encontrarte a ti mismo. Y en este parque de juegos de otro mundo, en medio de la cacofonía de criaturas fantásticas y vistas inimaginables, encuentran algo mucho más valioso de lo que cualquier carruaje podría llevarlos. Un momento de pura y sin adulterar maravilla que ni el tiempo ni la realidad pueden borrar.