Guest Of Honour

Invitado de honor

El invitado de honor es una mashup de dioses, creencias y culturas locas, como una licuadora espiritual que se establece en lo alto. Es un agradecimiento a la forma en que dioses y religiones se han mezclado y combinado a través de la historia, formando una colcha de fe arcoiris tan mocosa como lo ha sido cualquier equipo. Todo se establece en un contexto de un templo balinés con floritura camboyana. Mordido con la solemnidad de los monjes tailandeses en oración en la parte superior de las escaleras. Construyendo en un diorama de cómo el folklore, el hindusim y el budismo se mezclaron en el sudeste asiático. Dar lugar a muchas religiones específicas del sitio, como los hindúes de Bali, cuya forma distinta de adoración incorpora animismo local, adoración de antepasados ​​o Pitru Paksha, y reverencia por los santos budistas o Bodhisattava. O el budismo en Tailandia, que se integró con la religión popular (Bon), así como las religiones chinas de la gran población china tailandesa.

El invitado de honor usa una corona, pero tiene el peso de toda esta fe miselada. Un dios ecuménico de pájaros, justo en medio de toda la política basada en la fe que lo puso en su lugar. Vestido en una corona de concha de tortuga china, astas de ciervos y estos tótems brillantes. Deslumbrar a cualquiera que perdura lo suficiente como para saber cómo se está equivocando. Un símbolo de salto y graznido de cómo rodamos una religión en otra, y otra, hasta que se aplanan por el peso de la historia y todas sus peculiaridades se convierten en parte del paisaje. Lo que sucede donde quiera que vayas, no importa cuán lejos vuelvas. Al igual que la copia de los romanos, pasando a sus dioses de los griegos. O adoptar a los dioses de lugares en los que conquistaron para ayudar a su panteón romano a encajar directamente.

"Invitado de Honor" muestra la intrigante magia de la fe que se fabrica para que las masas empoderen a algunas pequeñas. Servido aquí con una sonrisa, una canción completa y un baile, pidiéndole que piense en cómo la fe puede actuar como una droga, algo que nos une pero también nos mantiene en un ciclo interminable de "pan y circos".